La cebolla es un alimento humilde y discreto que podemos encontrar en montones de recetas. Ya sea como base en sofrito o al natural en muchas ensaladas, es un ingrediente fundamental que además nos aporta un montón de beneficios.
Tiene mucha historia como alimento curativo. Las antiguas culturas de China, Egipto, Roma y los árabes fueron conscientes de sus propiedades positivas para la salud. Se ha llegado a utilizar para curar resfriados, para eliminar verrugas y hasta como remedio para la caída del cabello.
La cebolla pertenece a la familia de las liliáceas, la misma que el ajo, un grupo que se caracteriza por su fuerte sabor y olor. Su contenido en sulfuro de alilo es el responsable de que los ojos se nos llenen de lágrimas y nos piquen al cortarlas.
En cuanto a su contenido destaca el azúcar natural, vitaminas A, B6, C y E y minerales como sodio, potasio o hierro. También es una buena fuente de ácido fólico.
PROPIEDADES
Sobre todo es muy apreciada por sus propiedades cardioprotectoras, contra la diabetes, como aliado para la buena digestión y para tratar el resfriado común. También están demostrados sus efectos para fortalecer las defensas, diuréticos y para prevenir el cáncer
¿CRUDA O COCINADA?
Sus propiedades son mucho más activas al consumirla cruda que cocinada. Esto que es muy común en muchos alimentos, en l caso de la cebolla se debe a sus compuestos organosulfurados que se van eliminando a medida que lo cocinamos.
RECETAS
Es un alimento perfecto para combinar con los productos de Proteína Natural en todo tipo de recetas saludables. Os recomendamos algunas de ellas. ¡Buen provecho!