Octubre es el mes idóneo para comenzar la recolección del berberecho de Noia, el escenario natural donde se crían los moluscos con mejor sabor y aroma hasta el momento. Los abundantes nutrientes del agua de esta ría y la calidad de sus arenales, hacen que este paraje gallego sea el lugar de procedencia de un berberecho reconocido como el mejor, tanto por su sabor como por su tamaño.
Los berberechos de Frinsa proceden exclusivamente de la Ría de Noia. Así pues, se adquieren en el momento idóneo de cada campaña, entre octubre y diciembre. Y únicamente los moluscos de gran tamaño son los que se envasan para dar lugar a esta excepcional conserva. Su recogida se efectúa tanto a pie como a flote, con métodos artesanales.
Los moluscos son adquiridos en la lonja para después aplicar procesos de depuración que permiten eliminar al máximo la presencia de arena y preservar su característico sabor a mar. Luego se seleccionan y envasan manualmente en capas homogéneas.
Cada lata guarda en su interior entre 20 y 30 enormes y deliciosos berberechos de la Ría de Noia. Las piezas de mejor tamaño se seleccionan a mano en las líneas de producción y envasadas también manualmente una a una. Bajo un proceso artesanal y milimétrico, que trata a los moluscos como auténticas piezas de arte.
Al igual que cualquier otra conserva al natural, siempre se añade agua y sal. Una vez cerrada, la lata se esteriliza con un tratamiento térmico. Esto hará que el berberecho suelte parte de su propia agua, culminando ese delicioso caldo que veremos una vez abierta la lata.
Entre las propiedades de los berberechos destacan que tienen muy pocas calorías y apenas contienen grasas. Su aporte de colesterol es muy bajo en comparación con otros mariscos y son ricos en hierro, yodo, fósforo, calcio y selenio. Asimismo, los berberechos de Noia son ricos en vitaminas como la A y la nicacina, por lo que pueden ser el aperitivo perfecto en esta época del año.